CENTENARIO DEL ORFEÓN DE GRAUS 1914-1918


CENTENARIO DEL ORFEÓN DE GRAUS 1914-1918

El Orfeón de Graus se creó en 1914. Por tanto se cumplen cien años de su existencia. Formaron parte de él más de 100 personas y fue todo un acontecimiento cultural y social para el Graus de la época. En este blog quiero recoger los acontecimientos más señalados de su historia, así como los del que fue su director Manuel Borguñó.

viernes, 9 de diciembre de 2016

ESCRITO INTERESANTE

Madrid, 10 de diciembre de 1916

Sr. D. Tomás Castillón

Mi distinguido y apreciado amigo. Más que ocupaciones múltiples y urgentes, en las que habría abierto un paréntesis, una dolencia de varios días y el deseo de escribirle con alguna extensión, han demorado mi expresión de sincero reconocimiento por la distinción de Socio honorario del Orfeón de su digna presidencia que han servicio conferirme.

Siempre fue apreciable este honor: pero después del excelente éxito de la excursión del Orfeón gradense a Zaragoza y de su reciente y brillante triunfo en Barcelona, aun se ha avalorado el título indicado.

Al asociarme desde Madrid al solemne banquete que les ofrecieron en la meseta del Tibidabo, hubo de recordar en concisas frases la significación social de los trovadores provenzales y de aludir a la que tienen merecidamente los orfeones en nuestros días.

Queda otro punto por examinar. ¿Son hoy oportunos los cantos populares ante la lucha terrible que ensangrienta y arruina a Europa?

Este problema se ha dilucido admirablemente en las reuniones de poetas y músicos denominadas Eisteddfod, que mantienen vivas costumbres nacionales parecidas a los Juegos florales tolosanos en país de Gales y conste que menciono a Inglaterra como pudiera referirme a Alemania o a cualquier otra nación en guerra si conociese algún hecho análogo.

A la reunión de este año compareció Lloid George, y dijo, entre otras bellas y elevadas consideraciones aquel hijo ilustre del Principado de Gales. "¿Por qué no cantar durante la guerra? ¿Por qué no cantar especialmente en estos momentos?"

"Existe un ave en nuestros campos que puede competir con el mejor de los ruiseñores.

Y le llamamos Y Cymro y canta la alegría y en la tristeza, canta en la prosperidad y también en el infortunio. Canta cuando está ociosa, cuando trabaja, canta al sol y en medio de la tempestad. ¿Por qué no ha de cantar durante la guerra si canta de día y de noche"

(sic) pal por no repetir lo anteriormente diles agrada saber que, mientras ellos mantienen alto el honor de Gales en los campos de batalla de Europa, Asia y África, nosotros hacemos aquí todo lo posible para conservar vivas las instituciones educadoras que han hecho del Principado lo que es y lo que para ellos significa."

Escuchad, además, apreciados orfeonistas, este delicado concepto de aquel estadista: "Cuando el pavoroso conflicto actual termine soplará una ráfaga de materialismo por todo el país. Entonces se pensará principalmente en la producción y en la maquinaria que ella demanda. Es verdad que soy partidario de una gran producción y que he hecho, dijo el hoy Primer Ministro de Inglaterra, cuando ha estado de mi mano para perfeccionar la maquinaria con dicho fin. Mas esto no es todo. Nada hay tan fatal para un pueblo como circunscribir sus miras a la satisfacción de las necesidades materiales del momento. Los sentimientos nacionales, en que el sentimiento no figura para nada son como cardos que crecen en el yermo. Después de la guerra, tendremos necesidad de mejores talleres: pero necesitaremos más que nunca instituciones que elevan las miras populares por encima y más allá de los negocios, tendremos entonces necesidad de que las tradiciones nacionales nos recuerden que no solamente de pan vive el hombre."

Mucho debemos imitar a las naciones neutrales que se preparan a aumentar sus medios de vida; pero también debemos admirar los ejemplos de serenidad que ofrecen todos los pueblos beligerantes.

¡Dios quiera que estas expresiones de aliento repercutan en el animoso pueblo de Costa y que, mientras contribuya al esfuerzo del trabajo nacional que en todos los estados se requiere, exprese ese artístico Orfeón el temple del alma española evidenciado por sus cantares aragoneses!

No solo harán así bien a Graus, sino que también a otras comarcas de la Patria a que lleguen, como expansión grata, estas corrientes de espiritualidad y de hondos afectos.

La prolijidad de esta carta, las consideraciones expuestas en reuniones públicas y en la prensa y la continuada reminiscencia de los servicios del Orfeón al Arte y a la cordialidad social comprueban mejor de lo que ahora pudiera expresar cuánto agradezco el indicado nombramiento de Socio de honor.

Tenga la bondad de transmitir a los demás señores de la acertada Junta, al benemérito Director Sr. Borguñó, al selecto poeta de las canciones ribagorzanas señor Gambón, a cuantos de distinguieron en la memorable excursión a Cataluña y a los demás adheridos al Orfeón de Graus, el expresivo saludo de su afectísimo amigo y consocio que e.s.m.

José Maluquer y Salvador

El Ribagorzano, 22 de diciembre de 1916

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